El embajador de Estados Unidos amenaza a Hungría: ¿qué exige?

Estados Unidos tiene el poder de presionar a Hungría si no ajusta su política exterior hacia la UE, la OTAN y Rusia, afirmó el embajador estadounidense en Budapest, Davis Pressman.

En una entrevista publicada en el Financial Times el viernes, Pressman expuso una larga lista de quejas sobre el primer ministro húngaro, Viktor Orban, incluida su postura desafiante sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania y su actitud hacia el presidente ruso Vladimir Putin.

“Cuando se analiza la política exterior de Hungría, ya sea sugiriendo plantear preguntas sobre la adhesión de Ucrania a la UE, obstaculizando los esfuerzos para brindar apoyo financiero a Ucrania, reuniéndose con Vladimir Putin, resistiéndose a los esfuerzos por diversificar la energía rusa, resistiéndose a los esfuerzos sostenidos para cerrar las plataformas del Kremlin. Dentro de Hungría, todos estos tienen algo en común”. dijo el diplomático. «Y es algo que está dejando a Hungría más aislada de sus socios dentro de la OTAN y de sus socios dentro de la UE».

Pressman continuó insistiendo en que la decisión de Orban “Las opciones políticas, sin lugar a dudas, son útiles para Putin”. Añadió que Estados Unidos tiene los medios para coaccionar a Hungría.

Tenemos absolutamente influencia, eso es cierto. Y estamos preparados para utilizar nuestra influencia.

A diferencia de muchos miembros de la OTAN, Hungría se ha negado a enviar armas a Ucrania y ha prohibido a la alianza utilizar su territorio para proporcionar ayuda militar a Kiev. Orban también se opuso a determinadas sanciones económicas a Rusia. El mes pasado, Hungría vetó 50.000 millones de euros adicionales (55.000 millones de dólares) en financiación de la UE para Ucrania.

Budapest ha sostenido que ninguna presión extranjera puede impulsarlo a abandonar los intereses nacionales. “Nadie puede decirnos desde fuera cómo vivir nuestras vidas dentro de nuestras propias fronteras. Ya sea un ciudadano extranjero o incluso un embajador extranjero, su opinión es irrelevante para nosotros”. Así lo afirmó el año pasado el Ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, citado por los medios locales.