El exmandatario gobernó Chile en dos períodos no consecutivos (2010-2014 y 2018-2022).
El expresidente de Chile, Sebastián Piñera, fallecido este martes, fue el primer político derechista que ganó una elección democráticamente desde 1958 en un país que vivió una férrea dictadura conservadora bajo el mando del general Augusto Pinochet (1974-1990).
Piñera, de 74 años e integrante de Renovación Nacional (RN), superó en 2010 al oficialista exmandatario, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, en una segunda vuelta en la que obtuvo 51,60 % de los votos, frente al 48,39 % obtenido por el candidato de la Concertación.
El empresario, doctor en Economía, gobernó hasta 2014. Tres años después, en marzo de 2017, RN y otros partidos opositores lanzaron su candidatura para el período 2018-2022.
Como un «militante histórico«, lo calificó la diputada de Renovación Nacional, Camila Flores, en diálogo con CHV Noticias.
Figura de la derecha
Este martes diversos políticos latinoamericanos se han expresado por lo sucedido esta tarde, cuando la aeronave en la que viajaba se estrelló en la comuna de Lago Ranco, región de Los Ríos.
Uno de los primeros fue el expresidente colombiano Iván Duque, quien lo tildó de «líder único» y se solidarizó con toda su familia.
«Siento el dolor más grande por la muerte de mi gran amigo y compañero Sebastián Piñera. Un líder único, un ser humano íntegro y un amigo como pocos que siempre apoyó a Colombia», escribió Duque en X.
Efectivamente Piñera fue una de las figuras más trascendentales de la derecha latinoamericana. Bajo su mando nace la Alianza del Pacífico y, de hecho, fue el primero en ocupar la presidencia ‘pro tempore’, entre el 5 de marzo de 2012 al 22 de mayo de 2013.
En cambio, fue uno de los impulsores del Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), una alternativa de la derecha «sin burocracia excesiva» y con «un firme compromiso con la democracia, las libertades y el respeto a los derechos humanos de todas las personas».
El estallido social
En su segundo mandato el expresidente chileno quedó marcado por las masivas protestas de finales de 2019, que en el país latinoamericano se conocieron como estallido social. Detrás había una demanda mayoritaria de cambios y, particularmente, de una nueva Constitución.
Ante la inmensa mayoría que pedía cambios profundos, Piñera abrió un proceso constituyente en medio de declaraciones desafortunadas, como lo catalogaron en su momento voces de la oposición.
En septiembre de 2023, entrevistado por un medio argentino, calificó las movilizaciones como un «golpe de Estado no tradicional» en el cual la ciudadanía usó «brutalmente la violencia».
«Fue un golpe de Estado no tradicional porque no fueron las Fuerzas Armadas, pero no es el único golpe de Estado que han dado las Fuerzas Armadas en nuestro continente. Este fue un golpe de Estado para debilitar las bases mismas de la democracia», dijo a Radio Mitre.
Acusado constante
El exmandatario también resaltó por ser la cabeza de una de las familias más ricas de Chile. Diversos medios situaron su fortuna total en 2.900 millones de dólares.
En 2021, Piñera enfrentóuna acusación constitucional por presuntos negocios que lo involucraban en paraísos fiscales, revelados en la investigación periodísticaconocida como losPapeles de Pandora.
Sin embargo, superó esa y las demás acusaciones en su contra. De hecho, en sus últimas días de gestión su gabinete pidió cesar con la «mala práctica de acusaciones constitucionales totalmente infundadas» contra el entonces jefe de Estado.
El actual jefe de Estado, Gabriel Boric, decretó tres días de duelo nacional y un funeral de Estado para Piñera, a quien calificó como «un demócrata desde la primera hora».